Prefacio

Cuando jóvenes mis amigos y yo solíamos enterrar “tesoros” dentro de latas de metal en un terreno baldío en nuestro vecindario. El equipo opuesto trataba de encontrar estos “tesoros” usando las pistas que nosotros les dábamos. Este fue nuestro entretenido pasatiempo en nuestra niñez.
Aun como adulto encuentro que sigo teniendo esta inclinación, y mi estudio del Libro de Mormón me ha mostrado que hay pistas que no han sido descubiertas aun, tierras por explorar y tesoros por encontrar.
El Libro de Mormón es principalmente la historia religiosa de los primeros habitantes de las Américas, también incluye detalles acerca de su historia, cultura y sus tierras. En su compendio de los registros nefitas, el profeta Mormón inserto muchos detalles los cuales el pensó que nos ayudarían a determinar con precisión la geografía única de sus tierras. Detalles que tomaron preciado espacio en la limitada superficie de las planchas de oro. El hizo esto a pesar de que Nefi advirtió a los futuros escribientes “Por tanto, daré un mandamiento a mis descendientes de que no ocupen estas planchas con cosas que no sean de valor” 1 Nefi 6:6. Entonces ¿por qué se tomo la molestia de hacer eso? , ¿Acaso estuvo ignorando el consejo de Nefi al incluir e insertar muchos de estos frívolos detalles? No, no lo creo. Creo que él quería que nosotros supiéramos donde su gente vivió, peleo, predicó y murió. Fue muy importante para él y debe serlo para nosotros también. El sabía que no habrían señales en los caminos que nos mostraran el camino a Zarahemla, pero él hizo su mejor esfuerzo por mostrarnos donde Zarahemla puede ser encontrada. El dejo pistas, las claves de mormón -para ayudarnos a identificar la huella específica de la geografía del Libro de Mormón.
¿Es esto realmente importante? Si, definitivamente lo es. Imagínese la diferencia que haría el compendio bíblico si nosotros no supiéramos el punto de ubicación de las tierras Hebreas. Nuestro entendimiento seria drásticamente reducido si no supiéramos por donde Moisés guio a los hijos de Israel, o donde estaba localizada la ciudad de Jerusalén, o lo más importante aún, cuáles fueron los lugares donde Cristo camino, predico y expió por nuestros pecados. Siendo este último acto de suma importancia, la localización de todos estos eventos nos ayuda a validar y además nos muestra un contexto. La verdad de un evento siempre es validada por testigos que testifican de dicho evento. Estos eventos mencionados antes ocurrieron en un momento y lugar específicos. Si el lugar es desconocido o simplemente imaginario, esto causaría el debilitamiento en incluso daría un toque de ficción al evento mismo.
Algunos dirán que muchas de las claves mencionadas en el libro no han sido dadas por Mormón (tal como lo encontramos en Alma 22). Sin embargo si hacemos un estudio meticuloso del texto, se notara que las referencias geográficas son usualmente dadas por Mormón en sus comentarios y sus compendios del material original. (Casualmente, el tratar de identificar los escritos originales de Mormón en contraste con lo que El cita en el texto o historia es en realidad un ejercicio valedero mientras se estudia el Libro de Mormón.) Nefi y otros primeros profetas también dieron alguna información acerca de la geografía, dicha información fue incluida en las planchas menores (1 Nefi hasta Omni), sin embargo todas editoriales, comentarios y el compendio después del libro de Omni fueron hechos por la mano de Mormón.
Algunas de las claves dadas por Mormón incluyen la estrecha lengua de tierra. El estrecho pasaje en la tierra del norte; la relación entra la ciudad de Zarahemla y el rio Sidón; la estrecha franja de desierto, el este, oeste, norte y mar del sur; las ciudades localizadas cerca a la orilla del mar; las locaciones en referencia a otras ciudades, los movimientos durante las batallas, el espacio entre ciudades y el estilo de construcción usado por los nefitas. Adicionalmente a Mormón, otros profetas nos han dado claves de la geografía Nefita. Nefi nos da alguna información de la tierra de Nefi, la tierra de su primera herencia y de la visita de Cristóbal Colon.
Amaleki nos habla acerca del éxodo de los Mulekitas. Moroni incluye alguna información de la historia y localización de los Jareditas. Muchas otras evidencias son reveladas abiertamente o sutilmente en el libro. Tomadas todas juntas y además evaluadas racionalmente, estas claves deben identificar la locación de los eventos del Libro de Mormón. Así como nuestras huellas digitales, no deben de haber dos locaciones iguales.
Cada lugar geográfico o evento en el Libro de Mormón necesita corresponder a la geografía para que como resultado este lugar pueda corresponder con el criterio expuesto en el libro. Como ejemplo de lo dicho anteriormente, la batalla en Manti entre Moroni y Zerahemnah (Alma 43-44). Muchos de los criterios de este evento son los siguientes: el valle estaba por encima de la ciudad Manti (este estaba localizado en los manantiales del Rio Sidón )el cual estaba rodeado por el desierto , con la estrecha franja de desierto inmediata al sur; un rio lo suficientemente largo para trasladar los cuerpos muertos pero a la vez pequeño para cruzarlo; un camino por medio del desierto con dirección al norte hacia Nefiah; una colina cerca al camino donde muchas tropas pueden esconderse, y un camino cuesta abajo cerca al banco del rio Sidón en dirección a Manti. Todos estos criterios tienen que concordar, de otra manera la locación propuesta en incorrecta. El libro es correcto o no. Es tan importante que nosotros aceptemos la información geográfica sea verdadera que podamos aceptar la veracidad doctrinal, a pesar que el último es inmensamente vital para nuestro bienestar espiritual.
Pero el punto es que aceptemos la obra y su correcta traducción. No debemos argumentar con sutilezas en tanto a direcciones, distancias, cultura, etc. Simplemente concuerdan o no. Si no concuerdan simplemente buscamos en otro lugar.
“Ha sido mi experiencia que muchos de los miembros de la iglesia (escribe John Clark) cuando son confrontados con la geografía del Libro de Mormón se preocupan por las cosas incorrectas. Casi siempre, la primera pregunta que surge es si la geografía sea la apta para la arqueología del área propuesta. Esta en realidad debería ser nuestra segunda pregunta, y la primera debería ser si la geografía concuerda con los datos del Libro de Mormón, una pregunta que todos podemos responder sin ser versados en arqueología Americana”.
He tratado de seguir este orden al evaluar la evidencia del Libro de Mormón. Primero identificando las pistas .Segundo tratando de comparar las pistas con la geografía apropiada. Y tercero y último tratar de correlacionar la geografía con los lugares arqueológicos y la evidencia que data del tiempo del Libro de Mormón. En mi opinión, muchos de los mayores problemas en nuestro acercamiento de este tema resultan de identificar un sitio arqueológico favorable y luego tratar de correlacionarlo con la ciudad Nefita.   En esencia, es como tratar de poner un clavo de forma redonda en un hoyo cuadrado.



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